El Pensamiento Divergente

Es posible distinguir entre diversos tipos de pensamiento, según la operación mental en cuestión. El pensamiento deductivo, el pensamiento inductivo, el pensamiento sistemático, el pensamiento crítico y el pensamiento analítico son algunos de ellos.
Divergente, por su parte, es aquello que diverge (que discrepa, discorda o se separa). El pensamiento divergente o pensamiento lateral, por lo tanto, consiste en la búsqueda de alternativas o posibilidades creativas y diferentes para la resolución de un problema.Se puede incluir el pensamiento divergente dentro del pensamiento creativo, relacionado más con la imaginación que con el pensamiento lógico-racional.
Por lo general, nuestro cerebro tiende a relacionar los datos que percibe en su entorno para encontrar explicaciones lógicas y racionales; si vemos un muro destruido, asumiremos que recibió el impacto de un vehículo o que se deterioró por una filtración de agua, pero la primera opción que contemplaremos no será que un ser mutante de fuerza descomunal lo derribó de un golpe.
Del mismo modo, a la hora de resolver los problemas de nuestro día a día (entendiendo como problema a toda situación que debamos superar, desde la simple decisión de qué almorzar hasta la falta de dinero para pagar las cuentas) solemos valernos de los recursos más razonables que tenemos a nuestra disposición. Ya desde nuestros primeros años de vida, nos enseñan a perseguir la normalidad, a ajustarnos a una serie de reglas y expectativas que, según nos prometen, nos brindarán estabilidad y seguridad en nuestra adultez.

Existen muchos ejercicios que estimulan el entrenamiento del pensamiento divergente, problemas que plantean una situación aparentemente absurda o imposible de resolver. Veamos un ejemplo: Esta mañana se me cayó un pendiente en el café. Y aunque la taza estaba llena, el pendiente no se mojó. ¿Cómo es posible? A simple vista, dadas ciertas cuestiones culturales e idiomáticas, nuestro cerebro asume que el término café hace referencia a la bebida, y ése es el primer error que comete una persona que cree no poder resolver este enigma.
Si, en cambio, lo interpretamos como un establecimiento de hostelería en el cual se sirven comidas y aperitivos, una de las posibles respuestas correctas brilla ante nuestros ojos: el pendiente no cayó dentro de la taza, sino dentro de la cafetería, que también recibe el nombre de café; por eso no es relevante la cantidad de bebida restante.

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